
Los delincuentes utilizaron bombas de alto poder e imitaron el procedimiento utilizado para robar una sucursal del mismo banco en Pirapó, pero no lograron llegar a la caja registradora principal, según informes iniciales.
Cuatro de los pandilleros portaban armas largas y disparaban continuamente para evitar que alguien se acercara, mientras que los otros cuatro se concentraban en colocar los explosivos y hacerlos estallar.
Cuando los policías intentaron acudir al lugar, se encontraron con que la sede policial había sido rodeada por dos vehículos delictivos.

Pidieron apoyo a otras comisarías y les dijeron que esperaran a que fueran las tropas a ejecutarlos. cuando llegó el refuerzo policial, los delincuentes empezaron a correr rápido.
Al llegar, la policía encontró la estructura del banco completamente destruida y esparcida por la escena, y encontró que los clavos miguelito habían pinchado las llantas de los perseguidores.
Según el primer reporte, había 4 pasajeros en cada auto.
Cerca de las 02:00 horas de la madrugada, junto a una capa de asfalto se encontró un Toyota modelo Allion completamente calcinado a pocos kilómetros del cruce de Kimex y se cree que es uno de los autos utilizados por los atacantes.
Inmediatamente se inició una operación de búsqueda en la parte norte del sector en un intento de localizar a este comando asaltante.

